Asesinato en una residencia de ancianos: ¡un hombre de 91 años levanta un hacha contra el amor verdadero!
Claus P. (91) está siendo juzgado por el asesinato de su esposa Marianne (87) en una residencia de ancianos. Una negociación activa.

Asesinato en una residencia de ancianos: ¡un hombre de 91 años levanta un hacha contra el amor verdadero!
Un trágico incidente en la vida de un hombre de 91 años preocupa actualmente al sistema judicial en Alemania. Claus P. es acusado ante el Tribunal Regional de Potsdam del asesinato de su esposa Marianne, de 87 años. El caso es un recordatorio de los horrores del envejecimiento y el cuidado de personas, que a menudo están marcados por una profunda angustia emocional. Alto Periódico de Berlín Claus P. tiene problemas de audición y fue fiscal.
El miércoles sólo escuchó fragmentariamente la lectura de los cargos. Al ser interrogado, afirmó que era viudo. Claus P. tiene dos hijos de su primer matrimonio, cuya madre murió de cáncer de colon. Su segunda esposa, Marianne, fue su gran amor, pero padeció numerosas enfermedades graves, entre ellas diabetes, infartos y derrames cerebrales. Finalmente quedó paralizada y expresó el deseo de morir con dignidad, lo cual dejó claro al querer una cápsula de cianuro para no “consumirse”.
El fatídico día
El accidente comenzó el 19 de mayo de 2025, cuando Claus P. pidió prestada un hacha a un vecino, supuestamente para cortar algo. Llevó el hacha al asilo de ancianos donde se alojaba Marianne y la envolvió en una toalla. Alto mensajero de berlín Afirma que el hacha “se le escapó de la mano” y luego golpeó. Sin embargo, la justicia considera el incidente como un asesinato brutal.
Claus P. describe sus acciones como un “acto de desesperación por amor” porque quería ahorrarle el sufrimiento a su esposa. A pesar de su edad y sus problemas de salud, como pérdida de audición, mareos y problemas de equilibrio, muestra signos de confusión y malestar durante el juicio.
Demencia y violencia en la atención
La multitud de factores que pueden conducir a incidentes tan trágicos se analiza ampliamente en la literatura especializada. Estudios como los de ZQP muestran que las situaciones precarias en el cuidado de personas con demencia a menudo pueden provocar estrés y exigencias excesivas a los cuidadores. Claus P. también iba a menudo a la residencia de ancianos para estar allí con Marianne, pero el estrés constante ya no le parecía soportable.
Aunque Claus P. se considera erróneamente un “salvador”, su caso ilustra las dificultades que experimentan los familiares y cuidadores cuando tratan con personas gravemente enfermas. El resultado del juicio se observará con entusiasmo mientras la sociedad enfrenta el desafío de encontrar soluciones tanto para los derechos de las personas mayores como para las cargas que soportan los trabajadores del cuidado.