Trabajo diario como vendedor de currywurst: The Grumpy Crêpes Seller y The Prenzlinger
Trabajo diario como vendedor de currywurst: The Grumpy Crêpes Seller y The Prenzlinger
El Kollwitzplatz en Berlín es frecuentado todos los sábados por padres ricos que recogen su parte de los hocicos de Berlín allí. Esta clientela parece disfrutar de ser abordada por un subordinado aparentemente formal. El paisaje recuerda a una especie de tradición de pelota enmascarada en el feudalismo, donde los residentes ricos quieren ser castigados por su presencia invasiva en la ciudad. El malvado vendedor de crepes en el stand vecino es otra atracción para los clientes que aprecian su naturaleza áspera e indomable.
Las impresiones y experiencias de los clientes con el malvado vendedor de crepes reflejan un tipo de venta no convencional. La comunicación distanciada y desagradable del vendedor conduce a situaciones humorísticas pero también reflexivas. Se les pide a los clientes que sean educados y hagan anuncios claros para recibir el pedido deseado. El vendedor de los Crepes establece límites claros y no muestra tolerancia al comportamiento hostil.
En este entorno de compra especial en Prenzlauer Berg, se revelan los abisses detrás de las fachadas de los ricos padres. El aparente brillo y el glamour dan paso a la realidad cuando los adultos alcoholizados se revolcan en el patio de recreo y la descendencia deambula con palas desatendidas. Sin embargo, todo lo que sucede en el Kollwitzplatz parece permanecer oculto, ya que los protagonistas parecen de nuevo cada semana para repetir su puesta en escena de prosperidad y superioridad.