IA en el aula: ¿revolución o riesgo para los estudiantes de Berlín?
El artículo destaca la influencia de la inteligencia artificial en la vida escolar cotidiana en Berlín a partir del año escolar 2025 y analiza los desafíos y oportunidades para profesores, padres y estudiantes.

IA en el aula: ¿revolución o riesgo para los estudiantes de Berlín?
El nuevo año escolar en Berlín está a la vuelta de la esquina y la inteligencia artificial (IA) se está convirtiendo en un tema central. Padres, niños, profesores y políticos llevan dos años debatiendo sobre las oportunidades y desafíos que trae consigo esta tecnología. La ministra federal de Educación, Karin Prien (CDU), se ha fijado el objetivo de explotar el potencial de la IA en el sector educativo, pero la vida escolar cotidiana se caracteriza por la incertidumbre y las preocupaciones. Muchos padres temen que sus hijos aprendan menos mediante el uso de la IA y les gustaría que sus hijos estuvieran bien capacitados en el uso de esta tecnología.
Los chatbots basados en texto como ChatGPT y Gemini han llegado especialmente a las aulas. Los estudiantes utilizan estas herramientas para completar tareas, preparar presentaciones y escribir ensayos. Según el Barómetro Escolar 2025, el 75% de los estudiantes ya ha utilizado la IA para ayudar con sus tareas, y el 74% lo hace principalmente por iniciativa propia. Sin embargo, una encuesta muestra que sólo un tercio de los estudiantes utiliza regularmente la IA con fines escolares. Esto ilustra la creciente prevalencia, pero también la incertidumbre al abordar la tecnología.
Desafíos en el sector educativo
Los profesores se enfrentan al desafío de diseñar el uso de la IA en las clases. El 60% de los profesores teme que las habilidades sociales y de comunicación de los estudiantes puedan verse afectadas debido al mayor uso de la IA. Si bien algunos profesores utilizan la IA para prepararse para los exámenes, la evaluación suele ser poco fiable, lo que se ve agravado por preocupaciones sobre la privacidad y una formación inadecuada para utilizar estas tecnologías. La presión sobre los profesores es grande: el 62% dice que no sabe cómo integrar de forma sensata la IA en las clases. Una señal de advertencia, porque sólo el 6% se siente seguro al utilizar la IA. Más de la mitad de ellos exigen más formación para utilizar las tecnologías de forma eficaz.
Curiosamente, bpb informa que a pesar de la gran cantidad de anuncios sobre métodos innovadores en el sistema educativo y el constante desarrollo de tecnologías digitales, hasta ahora se ha producido una verdadera revolución digital en las escuelas alemanas. no logró materializarse. Si bien la tecnología a menudo contribuye poco a la adquisición de conocimientos sobre una materia, la IA podría individualizar la enseñanza y responder mejor a las necesidades de los estudiantes. Sin embargo, se deben establecer reglas y estándares claros para minimizar los riesgos al tratar con IA.
Perspectivas para el futuro
Un aspecto interesante es que la IA se percibe no sólo como una amenaza, sino también como una oportunidad. El 57% de los profesores dice que ve la tecnología como una oportunidad para un mayor apoyo al aprendizaje individual. La IA puede ayudar a proporcionar contenidos y tareas personalizados que coincidan con el nivel de conocimiento de los estudiantes. El pensamiento crítico y las habilidades digitales deben promoverse como objetivos educativos clave. El educador en medios Ralf Lankau aboga por establecer límites claros al utilizar la IA, especialmente en las escuelas primarias, para que los estudiantes puedan utilizar la tecnología de manera responsable.
El debate sobre el uso de la IA en la vida escolar cotidiana es complejo y debería resaltar tanto los riesgos como las oportunidades. El informe de la Deutschlandfunk sugiere que integrar la IA en el sistema educativo no es solo un desafío técnico, sino que también podría cambiar fundamentalmente el enfoque del aprendizaje y la enseñanza. Alemania se enfrenta a un replanteamiento para aprovechar las nuevas tecnologías y al mismo tiempo garantizar que no se descuide el aspecto humano del aprendizaje. El papel de los docentes seguirá siendo central en este complejo debate en el futuro.